El 58% de los niños entre 2 y 5 años juega en los videogame, saben ingeniárselas con el iPad, pero no saben usar la bicicleta y el 11% no sabe cómo atar los cordones de sus zapatos y tampoco saben responder correctamente cuando se les pide la dirección de su casa. Es el destino de la screen generation que desde los primeros meses de vida, ya tiene contacto con los display de Computers, videogame, celular y de los dispositivos touch como tablet e smartphone antes de haber aprendido habilidades útiles para la vida de todos los días.
Son sólo los últimos datos de una investigación que entendía monitorear cómo ha cambiado la interacción entre niños y tecnologías. La Y generation
La era digital se caracteriza por una generación joven que ha nacido con las nuevas tecnologías, está plasmada por ella, la usa con gran desenvoltura y, lamentablemente, también con gran indiferencia e inconsciencia de los mecanismos profundos que las regulan, atentos a un uso solo de oportunismo y funcional. Cambia el modo de comunicar, la percepción del tiempo y del espacio, el concepto de realidad, como también el modo de hacer los hijos, de crecerlos y de educarlos, de aprender y de enseñar.
Describir hoy a los jóvenes, requiere un gran esfuerzo de conocimiento y de comprensión de sus lenguajes, de las formas de comunicación y de sus expresiones. El joven de hoy se conecta en tiempos múltiples y se mueve a través de espacios descentrados y ambivalentes. A todos los meridianos y paralelos y los ambientes que frecuenta son siempre más espacios donde el tiempo y el consumo de bienes, reales y virtuales, se funden y se con-funden.
La cosmovisión juvenil se configura a partir de intercambios comunicativos planetarios. Los jóvenes experimentan una sensación de ubicuidad, moviéndose a través de las diversas culturas y geografías virtuales, entrando
en relación con otras lenguas, otras culturas, llegando a ser protagonistas de un conocimiento híbrido.
Ellos “son” la comunicación hodierna, han nacido en ella, la aman, la consuman y la producen.
La Ygeneration agudiza la sensibilidad y los procesos cognitivos, parte de la imagen. Es una generación habituada a poner en común las experiencias, a confrontarse de forma directa, a darse consejos y a dialogar simultáneamente. Su jornada pasa de un teclado a otro: pasan velozmente de la del Computers al iPod (esta actividad se llama multitasking) viviendo (o mejor pasando) por múltiples experiencias. Contemporáneamente estudian, chatean, escuchan música, responden al celular, miran la televisión (en el Web, obviamente).
El tejido social ya está separado en dos grandes grupos culturales: los digital natives (nativos digitales), ellos, los jóvenes, que han nacido en el mundo de la tecnología digital, y los digital immigrants (inmigrantes digitales) y nosotros, que nos hemos proyectado (o lanzados?) de adultos.
La fractura se generada por una alteración de las conexiones neuronales del cerebro de las jóvenes generaciones, que modifica y transforma las tradicionales diferencias generacionales en algo nuevo: una vorágine, que los licenciados llaman brain gap. En los niños que tienen una interacción precoz con la televisión y con el Computers, las conexiones cerebrales se desarrollan de modo diverso respecto a quien ejercita una actividad de lectura y escritura o una actividad corpórea. En particular hoy en la escuela (pero no solo), se ponen en contacto con docentes y alumnos que, por sus diversas experiencias cognitivas precoces, tienen estructuras cerebrales diversas y por esto dialogan con gran dificultad.
Esta verdadera y propia mutación antropológica se traduce en una necesidad de lateralizarse, de estar continuamente conectados en el contexto fluido de la información. Fuente: http://www.paoline.org/paoline/allegati/10864/GiovaniComunicazione-esp.pdf
Son sólo los últimos datos de una investigación que entendía monitorear cómo ha cambiado la interacción entre niños y tecnologías. La Y generation
La era digital se caracteriza por una generación joven que ha nacido con las nuevas tecnologías, está plasmada por ella, la usa con gran desenvoltura y, lamentablemente, también con gran indiferencia e inconsciencia de los mecanismos profundos que las regulan, atentos a un uso solo de oportunismo y funcional. Cambia el modo de comunicar, la percepción del tiempo y del espacio, el concepto de realidad, como también el modo de hacer los hijos, de crecerlos y de educarlos, de aprender y de enseñar.
Describir hoy a los jóvenes, requiere un gran esfuerzo de conocimiento y de comprensión de sus lenguajes, de las formas de comunicación y de sus expresiones. El joven de hoy se conecta en tiempos múltiples y se mueve a través de espacios descentrados y ambivalentes. A todos los meridianos y paralelos y los ambientes que frecuenta son siempre más espacios donde el tiempo y el consumo de bienes, reales y virtuales, se funden y se con-funden.
La cosmovisión juvenil se configura a partir de intercambios comunicativos planetarios. Los jóvenes experimentan una sensación de ubicuidad, moviéndose a través de las diversas culturas y geografías virtuales, entrando
en relación con otras lenguas, otras culturas, llegando a ser protagonistas de un conocimiento híbrido.
Ellos “son” la comunicación hodierna, han nacido en ella, la aman, la consuman y la producen.
La Ygeneration agudiza la sensibilidad y los procesos cognitivos, parte de la imagen. Es una generación habituada a poner en común las experiencias, a confrontarse de forma directa, a darse consejos y a dialogar simultáneamente. Su jornada pasa de un teclado a otro: pasan velozmente de la del Computers al iPod (esta actividad se llama multitasking) viviendo (o mejor pasando) por múltiples experiencias. Contemporáneamente estudian, chatean, escuchan música, responden al celular, miran la televisión (en el Web, obviamente).
El tejido social ya está separado en dos grandes grupos culturales: los digital natives (nativos digitales), ellos, los jóvenes, que han nacido en el mundo de la tecnología digital, y los digital immigrants (inmigrantes digitales) y nosotros, que nos hemos proyectado (o lanzados?) de adultos.
La fractura se generada por una alteración de las conexiones neuronales del cerebro de las jóvenes generaciones, que modifica y transforma las tradicionales diferencias generacionales en algo nuevo: una vorágine, que los licenciados llaman brain gap. En los niños que tienen una interacción precoz con la televisión y con el Computers, las conexiones cerebrales se desarrollan de modo diverso respecto a quien ejercita una actividad de lectura y escritura o una actividad corpórea. En particular hoy en la escuela (pero no solo), se ponen en contacto con docentes y alumnos que, por sus diversas experiencias cognitivas precoces, tienen estructuras cerebrales diversas y por esto dialogan con gran dificultad.
Esta verdadera y propia mutación antropológica se traduce en una necesidad de lateralizarse, de estar continuamente conectados en el contexto fluido de la información. Fuente: http://www.paoline.org/paoline/allegati/10864/GiovaniComunicazione-esp.pdf