martes, 7 de abril de 2009

La Vigilia-Pascual

La Vigilia Pascual es la celebración más importante del año, la culminación de la Semana Santa y el eje de toda la vida cristiana, hasta el punto de haber sido denominada «madre de todas las vigilias». Sin embargo, todavía está lejos de significar algo importante para nuestro pueblo, que se hace presente, sobre todo, en las procesiones del viernes. Para muchos de nuestros fieles sigue siendo el Viernes Santo el día decisivo. Con todo, la resurrección de Jesús es dato básico de la confesión de fe, comunicación de nueva vida e inauguración de nuevas relaciones con Dios. Según la actual liturgia, el sábado es día de meditación y de reposo, de paz y de descanso, sin misa ni comunión, con el altar desnudo. La Vigilia Pascual más antigua que se conoce es del siglo III. Hacia el año 215, según la Tradición de Hipólito, el bautismo era celebrado, con la eucaristía, en la Vigilia Pascual. Esto se generalizó en el siglo IV. A finales de este siglo algunas Iglesias introdujeron el lucernario pascual, que finalmente se extendió a todas partes. A partir del siglo Xll se comenzó a bendecir el fuego.

Con la noche del sábado se inicia el tercer día del triduo. Según el misal, es noche de vela. Está constituida por una larga celebración de la palabra que acaba con la eucaristía. Se inicia el acto con una hoguera. En un primer momento, puede prenderse un «fuego de campamento», con cantos jubilosos, danza de niños y mayores alrededor del fuego, y quema de cosas que rechazamos: juguetes bélicos, prensa mentirosa, jeringuillas de droga, etc. e empieza la celebración con una monición para dar sentido a todo el acto, que tiene cuatro partes:

a) La liturgia de la luz

Se desarrolla de noche, fuera del templo, en torno al cirio, símbolo de Cristo, al que siguen los bautizados con sus luminarias encendidas. El lucernario, o rito del fuego y de la luz, tiene su origen en la práctica judía y cristiana primitivas de encender una lámpara a la llegada de la noche, junto con una bendición. Los fieles, con los cirios apagados en la mano, son los «exiliados». Con el fuego se enciende el cirio pascual, y con éste se encienden las velas que portan los fieles; de este modo, se entra en procesión en la iglesia, ya preparada y adornada profusamente. El cirio encendido evoca la resurrección de Cristo. Dentro del templo se proclama el pregón pascual, canto de esperanza y de triunfo; su texto debiera ser propio cada año. Dentro del Exultet caben aclamaciones festivas de la asamblea.
b) La liturgia de la palabra

En esta segunda parte se describe la historia de la salvación. Son fundamentales las lecturas del Génesis (creación), Éxodo (liberación de Egipto), Profetas (habrá una nueva liberación) y Evangelio (proclama de la resurrección). Esta parte consta de una introducción catequética y de varias lecturas que narran la historia de la salvación, hasta llegar al evangelio. Se intercalan las lecturas con cantos, oraciones o noticias breves. Proclamada la resurrección, aplaudimos, cantamos festivamente e incluso puede hacerse una danza, repartirse flores y hasta encender bengalas. Todo gravita en torno a la Pascua del Señor.


c) La liturgia del agua

La tercera parte celebra el nuevo nacimiento. Se desarrolla especialmente cuando hay bautismos, sobre todo de adultos. En el caso del bautismo de niños, los padres hacen la petición, el presidente de la comunidad responde, se convoca a los santos en las letanías, se bendice el agua, se exhorta a la profesión de fe y a los compromisos cristianos y se procede al bautismo. Las promesas bautismales se renuevan estando todos de pie, con los cirios encendidos, mediante un diálogo que concluye con la aspersión. Un gran aplauso rubrica el acto sacramental.



d) La liturgia eucarística

La eucaristía es la cumbre de la vigilia. Los recién bautizados participan activamente en la oración universal, procesión de ofrendas y comunión. Tras una monición adecuada, se procede a preparar solemnemente la mesa con flores, cirios y toda clase de ofrendas, en un «ofertorio» en el que pueden intervenir también los niños (cabe incluso una danza a la hora de llevar los dones). La anáfora también debiera ser nueva cada año. Al final de la fiesta, después de la comunión, se acaba con un encuentro festivo, en el que no debe faltar un sencillo ágape en el que participen todos los asistentes. La eucaristía pascual anuncia solemnemente la muerte del Señor y proclama su resurrección en la espera de su venida.


La Eucaristía Pascual

En la eucaristía del Domingo de Resurrección se comenta la experiencia del triduo, y varios participantes del mismo dan testimonio al reconocer que su vida cristiana se ha visto robustecida por estas celebraciones regeneradoras, al modo de unos «ejercicios espirituales» litúrgicos. El acontecimiento pascual, sacramentalmente celebrado en la eucaristía, no se reduce sólo a Cristo y a la Iglesia, sino que tiene relación con el mundo y con la historia. La Eucaristía Pascual es promesa de la Pascua del universo, una vez cumplida la totalidad de la justicia que exige el reino. Todo está llamado a compartir la Pascua del Señor, que, celebrada en comunidad, anticipa la reconciliación con Dios y la fraternidad universal. El día pascual de la resurrección, Jesús comió con los discípulos de Emaús y con los Once en el cenáculo. Son comidas transitorias entre la resurrección y la venida del Espíritu. Estas comidas expresan el perdón a los discípulos y la fe en la resurrección. Enlazan las comidas prepascuales de Jesús con la eucaristía. Denominada «fracción del pan» por Lucas y «cena del Señor» por Pablo, se celebraba al atardecer, a la hora de la comida principal. Había desde el principio un servicio eucarístico (mesa del Señor) y un servicio caritativo (mesa de los pobres). Se festejaba el «primer día de la semana», con un ritmo celosamente guardado. Surge así la celebración del día del Señor (pascua semanal), y poco después la celebración anual de la Pascua.

sábado, 28 de marzo de 2009

Ayuna en esta cuaresma...


Ayuna de palabras hirientes... y transmite palabras bondadosas.

Ayuna de descontento... y llénate de gratitud.

Ayuna de enojos... y llénate de mansedumbre y paciencia.

Ayuna de pesimismo... y llénate de esperanza y optimismo.

Ayuna de preocupaciones... y llénate de confianza en Dios.

Ayuna de quejarte... y llénate de las cosas sencillas de la vida.

Ayuna de presiones... y llénate de oración.

Ayuna de juzgar a otros... y descubre a Jesús que vive en ellos.

Ayuna de tristeza y amargura... y llénate de alegría el corazón.

Ayuna de egoísmo... y llénate de compasión por los demás.

Ayuna de falta de persón... y llénate de actitudes de reconciliación.

Ayuna de palabras... y llénate de silencio y de escuchar a otros.

Si todos intentamos este ayuno, lo cotidiano se irá inundando de paz... de amor... de confianza. Amén.

jueves, 19 de marzo de 2009

Vocación de San José

De los escritos de San Bernardino de Siena. Sermo 2, de S. Ioseph: Opera 7, 16. 27-30

"La norma general que regula la concesión de gracias singulares a una criatura racional determinada es la de que, cuando la gracia divina elige a alguien para otorgarle una gracia singular o para ponerle en un estado preferente, le concede todos aquellos carismas que son necesarios para el ministerio que dicha persona ha de desempeñar.

Esta norma se ha verificado de un modo excelente en San José, padre putativo de nuestro Señor Jesucristo y verdadero esposo de la Reina del universo y Señora de los ángeles. José fue elegido por el eterno Padre como protector y custodio fiel de sus principales tesoros, esto es, de su Hijo y de su Esposa, y cumplió su oficio con insobornable fidelidad. Por eso le dice el Señor: «Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor».

Si relacionamos a José con la Iglesia universal de Cristo, ¿no es este el hombre privilegiado y providencial, por medio del cual la entrada de Cristo en el mundo se desarrolló de una manera ordenada y sin escándalos? Si es verdad que la Iglesia entera es deudora a la Virgen Madre por cuyo medio recibió a Cristo, después de María es San José a quien debe un agradecimiento y una veneración singular.

José viene a ser el broche del Antiguo Testamento, broche en el que fructifica la promesa hecha a los Patriarcas y los Profetas. Sólo él poseyó de una manera corporal lo que para ellos había sido mera promesa.

No cabe duda de que Cristo no sólo no se ha desdicho de la familiaridad y respeto que tuvo con él durante su vida mortal como si fuera su padre, sino que la habrá completado y perfeccionado en el cielo.

Por eso, también con razón, se dice más adelante: «Entra en el gozo de tu Señor». Aun cuando el gozo eterno de la bienaventuranza entra en el corazón del hombre, el Señor prefirió decir: «Entra en el gozo», a fin de insinuar místicamente que dicho gozo no es purarnente interior, sino que circunda y absorbe por doquier al bienaventurado, como sumergiéndole en el abismo infinito de Dios.

Acuérdate de nosotros, bienaventurado José, e intercede con tu oración ante aquel que pasaba por hijo tuyo; intercede también por nosotros ante la Virgen, tu Esposa, madre de aquel que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén."

domingo, 15 de marzo de 2009

Cuaresma. ¿Aún somos capaces de quedar indiferentes ante todo lo que hemos recibido?

¿Eres de la generación de los rebeldes? Sí. Eres joven y estás orgulloso de ello. Pero, y la rebeldía, ¿por qué? Es verdad que hay muchas cosas que te molestan: te fastidia estudiar, odias las verduras, vives preocupado por el gramo de más que has aumentado; te incomoda la sobreprotección de tus padres, te aburren los mismos juegos, el que te manden a dormir privándote de ir de fiesta… Te hastía que te recomienden qué ver en televisión, a qué páginas acceder, qué carrera elegir, qué decisión tomar… pero dentro tienes buena voluntad. ¿Qué hacer? El periodo cuaresmal se presenta propicio para hacer una pausa y reflexionar hondamente.

Es bueno detenerse un momento. Serenarse. Mirarse al espejo, estar frente a frente contigo mismo. ¿No estarás exagerando? ¿No te estarás doliendo de algo que deberías agradecer?

En la mayor parte del continente africano, y buena parte del americano y el asiático, hay niños a los que el estudio no les pesa pese al calor insoportable, a la falta de material académicoconflictos bélicos y catástrofes naturales. Quieren superarse, ponen los medios y eso les basta.

¿Odias las verduras? A muchos les duele el hambre. Sueñan tan solo con poder saciar su sed. En centenares de campos de refugiados, millones de familias pobres y desheredadas extendidas por todas partes del mundo, ya quisieran tener seguro, tan solo por un día, el plato de verduras o lentejas que nosotros rechazamos. ¿Vives a dieta? Cada segundo mueren de tres a cuatro niños por desnutrición. Mueren a causa de una dieta que no eligieron.

¿Y la sobreprotección de los padres? ¡Qué lástima! Para otros sería una suerte. Millones de niños vienen al mundo sin la oportunidad de conocerlos. Algunos más ya no los tienen: entregaron su vida por ellos protegiéndoles de una bomba, de un disparo, de una mina antihombres, desgastándose en el trabajo para ofrecerles un día sin hambre…

¿Te aburren los mismos juegos? Conozco imágenes de niños que por la mañana se distraen con huesos de animales; por la tarde, con huesos de animales; y, por la noche, con huesos de animales también.

¿No te compraron los zapatos que te gustan? Otros sólo tienen lo que les manda la ayuda humanitaria internacional. Sus zapatos son plásticos de refrescos; sus vestidos, telas viejas y descosidas; su mejor traje, una sonrisa.

¿Te fastidia que te manden a dormir? Ellos no quisieran despertarse nunca. Querrían saber que todo es una pesadilla, un mal sueño, una mala noche…

¿Te fastidia que te recomienden qué programas ver, a qué páginas acceder, qué lecturas hacer, qué carrera elegir…? Millones de seres humanos, millones y millones de niños y niñas, no tienen televisión, no conocen el internet, no saben leer y jamás escucharán qué y cómo es una universidad.

Ellos viven así día tas día, hora tras hora, minuto tras minuto, segundo tras segundo. Y aun así les queda espacio para regalar una sonrisa, un guiño, un gesto de amistad y agradecimiento. De esta manera manifiestan que se sienten dichosos de tener vida.

La cuaresma no es, como muchos creen, un simple e impositivo prohibir. Es un camino. Un pasaje que pide de nosotros donación y ofrecimiento: amor en definitiva. Es imitar a Jesús que sacia a los pobres y que, a la par, se presenta en ellos como necesitado. Y es que «hoy el Señor escucha el grito de las multitudes hambrientas de alegría, de paz y de amor», como recordaba el Papa. Éstas son, además de la miseria material, los otros tipos de penuria que aquejan hoy a buena parte de la humanidad: la pobreza que dice tristeza, que dice desunión, soledad, guerra y falta de afecto.

La cuaresma ha empezado. No estamos lejos de ponernos al día. De encauzar la aparente rebeldía, de caminar al encuentro de Cristo en nuestros prójimos y, a la vez, de acompañar a Cristo a socorrer a nuestros semejantes. De un buen examen, de sabernos depositarios de tantos beneficios, puede emanar una buena decisión que nos indique qué significa en verdad este tiempo de encuentro con uno mismo, con los demás y con Dios. Eres joven, siéntete orgulloso de ello.

domingo, 1 de marzo de 2009

Cuaresma, 40 dias en el gimnasio espiritual

La Cuaresma te ofrece otro gimnasio, también gratis y con una gama variada de aparatos para ejercitarte y fortalecerte espiritualmente.
¿Qué figura podría lograrse después de una cuarentena pasada en el gimnasio? Imaginemos que nuestra devota y asidua compra de nuestro cereal favorito (o cualquier otro artículo de consumo que sea de nuestro agrado) nos otorga, como pago a nuestro constante sacrificio pecuniario, un premio. Sigamos soñando.
Abrimos la envoltura transparente en la que se lee: “Has sido ganador”. Desdoblamos un billetito y encontramos escrito con colores de “léeme a fuerzas” lo siguiente: “Has ganado 40 días gratis de admisión al prestigioso ‘xxxxxx’, gimnasio de los a
tletas, máquina de galanes, forjadora de estrellas. Dispón de todos los aparatos a tu antojo. Recibe lecciones del personal profesional. Baños de vapor y jacuzzes. Todos los días. Cuarenta días, desde las 5.30 de la mañana hasta las 23.00 de la noche. Alimentación incluida”.
Después de soltar un largo “guaaaau”, sin duda que no lo habríamos creído y volveríamos a leer el papelito de la suerte una y otra vez hasta aprenderlo casi de memoria. La interjección de sorpresa puede variar según temperamentos y costumbres, lo que no se pone en duda es que aprovecharíamos la oportunidad del gimnasio gratis para auto-clonarnos en otros Stallone, Van Dame y compañía.

La Cuaresma te ofrece otro gimnasio, también gratis y con una gama variada de aparatos para ejercitarte y fortalecerte. Se trata, desde luego, de un gimnasio espiritual, para poner vigorosa tu alma. Si los rayos-X o los ultrasonidos nos dieran una imagen del alma, seguramente muchos sentiríamos vergüenza de verla tan raquítica, nos daría pena presentarnos tan desnutridos ante los demás... ¿Y no nos importa que así la vea Dios?

El Papa ha escrito, como todos los años, una carta con ciertas orientaciones para que aprovechemos mejor este período de la Cuaresma. Me permito tomar algunos extractos para que cada uno de nosotros pueda trazarse mejor su programa personal para fortalecerse en este gimnasio espiritual que es la Cuaresma.


Lo primero es examinarse, hacerse un “chequeo” para conocer nuestros puntos flacos, dónde nos falta peso, de qué pierna cojeamos... Gran auxiliar para hacer este examen es el Evangelio, hay que ayudarnos de él y confrontar nuestra vida con la de Jesús (nuestro modelo ayer, hoy y siempre).

El ejercicio base que propone el Papa puede resumirse en esta frase: «Hay mayor felicidad en dar que en recibir» (He 20,35). Las oportunidades abundan y las manifestaciones pueden ser muy diversas: ofrecerse a ayudar en casa, dar un consejo a un amigo, dar una ayuda caritativa a una persona necesitada, explicar una lección a quien no comprende, etc.


En el fondo se trata de combatir esa tendencia que es común denominador de todos los hombres y que se llama egoísmo. La solución está en salir de uno mismo y poner al prójimo antes que a uno mismo.

Surgirá una pregunta: pero, ¿cómo voy a amar, a servir a los demás si también son egoístas como yo? El Papa nos recuerda que el Hijo de Dios nos ha amado primero, «siendo nosotros todavía pecadores». Nadie puede decir “yo a éste no lo trato”, pues Cristo bajó del cielo por amor a todos los hombres.En esta Cuaresma podemos hacer mucho, si queremos. Podemos convertirnos, si queremos. Y nos convertiremos si trabajamos junto con Dios y con María, Madre de la Iglesia.

sábado, 14 de febrero de 2009

HIMNO AL AMOR , de San Pablo

“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.


Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.
Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.



El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.

Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara.

Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.
En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas es el amor”.
1 Corintios 13, 1-13

sábado, 7 de febrero de 2009

Mi historia vocacional: Teresa Merlo

Nací el 20 de Febrero de 1894, en Castagnito de Alba, al norte de Italia. Única mujer entre cuatro hermanos en una familia muy unida.

A los 20 años era modista sencilla y humilde con grandes deseos de entrega y servicio. El P. Alberione me invitó a trabajar junto con otras jóvenes con " la buena prensa". Intuí que la propuesta del P. Alberione respondía a mis anhelos de consagrarme a Dios y acepté; descubriendo, en esto el llamado de Dios a entregar mi vida al servicio del Evangelio. Era el 15 de Junio de 1915.

Cuando hice la profesión religiosa tomé el nombre de "Tecla" en memoria de la primera discípula de San Pablo. En aquel momento, el fundador me eligió para acompañar, ser guía y madre de la naciente Congregación de las Paulinas. Con fe heroica y confianza incondicional emprendí el misterioso camino siendo fiel colaboradora del Padre Santiago Alberione.

El Sí que pronuncié cambió el rumbo de mi vida y un nuevo capítulo se comenzó a escribir en el siglo XX, un capítulo destinado a la mujer: Paulinas, mujeres consagradas a Dios en el mundo de la comunicación. Animaba a mis hijas en esta hermosa misión y les decía: " Prestemos nuestros pies al Evangelio, que corra y se extienda", y les compartía lo que tenía en lo profundo de mi corazón "Quisiera tener mil vidas para dedicarlas a este noble apostolado: predicar el Evangelio con los medios de comunicación".

Con el Sí que di, nacieron luego otros muchos Sí que hoy conforman lo que son las Hijas de San Pablo.

Tecla Merlo muere en Albano el 05 de febrero de 1964. Cuando falleció la Congregación ya estaba presente en 24 naciones de los cinco continentes. La hermana Tecla Merlo, profundamente contemplativa en la acción y activa en la contemplación, dejó a las hermanas Paulinas un camino abierto de santidad heroica. La Iglesia reconociendo la heroicidad de su vida la ha proclamado Venerable.

sábado, 31 de enero de 2009

Retiro Vocacional. La Conversión de San Pablo

El sábado 24 de enero nuestra casa del Hatillo abrió sus puertas para celebrar junto a un pequeño grupo de 3 jóvenes la fiesta de la conversión del Apóstol Pablo. Las jóvenes Madian de Barquisimeto, Andreina y Cecilia de Valencia llegaron desde el sábado bien temprano para compartir con nosotras sus inquietudes personales y vocacionales...El encuentro estuvo a cargo de la hna. Elizabeth Vargas quien de forma muy dinámica y sirviéndose de una sencilla pero profunda reflexión compartió con las tres jóvenes la conversión del Apóstol Pablo iluminando siempre con la vida nuestro padre y fundador el Beato Santiago Alberione... En la tarde después del almuerzo la hna. Yenny Martínez y la hna. Elizabeth vargas fueron con Madian, Cecelia y Andreina a la gran celebración eucarística que dio inicio aquí en la arquidiócesis de Caracas a la Gran Misión Continental en la parroquia Chiquinquirá de La Florida. Durante la celebración eucarística el Cardenal Jorge Urosa y los demás obispos y sacerdotes no cesaron de colocar a san Pablo como modelo y ejemplo a imitar. Pablo que al encontrarse con Jesús en el camino de Damasco no descanso hasta dar su vida por causa del evangelio.


Así que durante toda la celebración las jóvenes Madian, Andreina y Cecilia estuvieron conectadas a sus sentimientos y experiencias que desde la mañana suscitó la reflexión de la hna. Elizabeth.
Después en la noche estuvimos compartiendo la vida, haciendo resonancia de todo lo que mas había tocado e impactado nuestro corazón durante el día, terminamos el día viendo la película de Santa Teresa de los Andes.

El domingo día del Señor y día en que toda la iglesia universal celebró la Conversión del apóstol San Pablo participamos de la celebración eucarística en la capilla de los padres Paulinos en el Hatillo. Durante la celebración dos jóvenes paulinos estudiantes de filosofía y teología que aun están en formación renovaron públicamente por un año su consagración religiosa y los votos de vivir castos, pobres y obedientes.

Finalizamos nuestro encuentro vocacional y de reflexión con el almuerzo junto a todas las hermanas de la comunidad del Hatillo. Las tres jóvenes inquietas por la propuesta de seguimiento que sienten les hace el mismo Jesús se comprometieron a volver el próximo 28 de febrero... y un compromiso de buscar en su día a día la voluntad y el amor de Dios.

Si sientes en tu corazón la inquietud del llamado, si deseas profundizar acerca de tu vocación comunícate con nosotras y participa de nuestros encuentros vocacionales.
Hna. Elizabeth Vargas. (0416) 427.25.41 - (0212) 864.23.10
Hna. Yenny Martínez. (0412) 176.55.57 - (0212) 963.61.61


viernes, 23 de enero de 2009

Plegaria de la misión continental


Quédate con nosotros, Señor,acompáñanos, aunque no siemprehayamos sabido reconocerte.

Tú eres la Luz en nuestros corazones,y nos das tu ardor con la certeza de la Pascua.Tú nos confortas en la fracción del pan,para anunciar a nuestros hermanosque en verdad Tú has resucitadoy nos has dado la misión de ser testigosde tu victoria.

Quédate con nosotros, Señor,Tú eres la Verdad misma,eres el revelador del Padre,ilumina Tú nuestras mentes con tu Palabra;ayúdanos a sentir la bellezade creer en ti.

Tú que eres la Vida,quédate en nuestros hogarespara que caminen unidos,y en ellos nazca la vida humana generosamente;quédate, Jesús, con nuestros niñosy convoca a nuestros jóvenespara construir contigo el mundo nuevo.
Quédate, Señor, con aquellosa quienes en nuestras sociedadesse les niega justicia y libertad;quédate con los pobres y humildes,con los ancianos y enfermos.

Fortalece nuestra fe de discípulossiempre atentos a tu voz de Buen Pastor.Envíanos como tus alegres misioneros,para que nuestros pueblos,en ti adoren al Padre, por el Espíritu Santo.

A María, tu Madre y nuestra Madre,Señora de Guadalupe, Mujer vestida de Sol,confiamos el Pueblo de Dios peregrinoen este inicio del tercer milenio cristiano. Amén.

domingo, 18 de enero de 2009

Encuentro mundial de las familias 2009

Este VI Encuentro se celebrará en la Ciudad de México del 13 al 18 de Enero de 2009.

Cada 3 años el Santo Padre convoca a las familias católicas del mundo a un encuentro de unidad, en el que miles de familias de los 5 continentes se reúnen para compartir, dialogar, orar y profundizar en aspectos importantes del papel de la familia cristiana, como Iglesia Doméstica y unidad base de la evangelización y de la sociedad.

Cada Encuentro Mundial de las Familias, es organizado por el Pontificio Consejo para la Familia, con la colaboración de la Diócesis elegida como sede.

Estos Encuentros Mundiales de las Familias los instituyó el Siervo de Dios Juan Pablo II, e iniciaron con motivo del Año Internacional de la Familia en 1994.

El tema de este encuentro será: “La Familia Formadora en los Valores Humanos y Cristianos”.

El Encuentro consta de tres eventos principales:

• Congreso Teológico – Pastoral
• Encuentro Festivo y Testimonial
• Solemne Celebración Eucarística de clausura


En el Congreso Teológico - Pastoral, se abordan temas claves relacionados con la familia y con el tema propuesto. Se estructura en forma de ponencias, comunicaciones, testimonios, mesas redondas.

Para Su Santidad el Papa Benedicto XVI, es urgente transformar al mundo, partiendo de familias unidas, felices y bien fundamentadas en la fe que eduquen en los principales valores, reconozcan el valor de la vida y afronten confiadamente el futuro.

“Como primera escuela de vida y de fe, y como "iglesia doméstica", la familia está llamada a educar a las nuevas generaciones en los valores humanos y cristianos para que, orientando su vida según el modelo de Cristo, forjen en ellas una personalidad armónica”. S.S. Benedicto XVI


El Encuentro Festivo y testimonial, es en realidad una fiesta de la Familia, en la que matrimonios y familias de todos los continentes dan un testimonio de su experiencia en diferentes aspectos de su vida y comparten su alegría de ser familias cristianas. En todas las fechas anteriores se ha tenido un especial mensaje de S.S. el Papa, sea que se haya encontrado físicamente presente en el lugar o en forma virtual –vía satélite- como sucedió en Manila el año de 2003.



La Solemne Eucaristía de clausura, culmina el Encuentro Mundial de las Familias como una acción de gracias a Dios por el don de la Familia, del Matrimonio, de la Vida, del amor y de todos los demás valores que adornan la experiencia de la Familia. En esta Eucaristía se ha tenido igualmente un especial mensaje del Santo Padre, pronunciado personalmente por él en las ocasiones en que ha podido estar presente, o por su Enviado Especial.

Este VI Encuentro se celebra en la Ciudad de México del 13 al 18 de Enero de 2009.

Para tener acceso a mas noticias acerca de este encuentro visita el sitio oficial del Encuentro mundial de las familias 2009.

martes, 6 de enero de 2009

sábado, 20 de diciembre de 2008

María, Madre, Maestra y Reina - Milagros, hermana, hija y discípula.

En una lejana y pequeña aldea de Nazaret, una joven llamada María experimenta con su Sí lleno de confianza el misterio del Amor.

Pasados muchos, años en la pequeña ciudad de Ponce una joven llamada Milagros Miranda experimenta con su Sí lleno de sencillez y confianza el misterio del llamado.

En el “Hágase en mí” generoso de la joven María, el Verbo Divino encarnado, hizo de ella la Madre de todos los pueblos.

En el “Hágase en mí” generoso de la joven Milagros, el Maestro Resucitado, se hace vida y la envía para comunicarlo a todo los pueblos.

Aquel día, en el corazón de la hija del señor Joaquín y la señora Ana palpitó más fuerte: el Gozo y la fe.

Aquel día, en el corazón de la hija de don Jorge y doña Jenny palpitó más fuerte: el Gozo y la fe.

De aquel hermoso día de anuncio y comunicación, María nuestra Señora, Madre, Reina y Maestra nunca se olvidó. Se presenta ante todos nosotros sus hijos, sencilla, serena, sierva y en el silencio de su corazón agradece al misterio del amor, que le dio a ella la vida y el don de ser la madre del salvador.

De aquel hermoso día de anuncio y comunicación, tú Milagros tampoco te has olvidado, y así confiada del amor divino te dispones a ser sencilla, serena, sierva y en comunidad agradeces por el misterio del llamado y el don de la vida.

Y en la belleza de la Vida, don gratuito del creador, Madre e hija, Maestra y discípula caminan en la misma dirección.

Y como si fuera poca la experiencia para ti Milagros, basta con mirar y acudir siempre a tu Madre María que con mucho cariño te espera y te ama.

Y Ella, Milagros, es quién mejor te abraza, te comprende, te calma, te educa, te forma y te enseña a vivir por amor y en el amor.
¡Felicidades, en tu 25 aniversario de consagración!

sábado, 29 de noviembre de 2008

Significado del Adviento

La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.

Esta es su triple finalidad:

Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.

Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.

Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creido en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.


En el Evangelio, varias veces nos habla Jesucristo de la Parusía y nos dice que nadie sabe el día ni la hora en la que sucederá. Por esta razón, la Iglesia nos invita en el Adviento a prepararnos para este momento a través de la revisión y la proyección:

Revisión: Aprovechando este tiempo para pensar en qué tan buenos hemos sido hasta ahora y lo que vamos a hacer para ser mejores que antes. Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios y con el prójimo. Todos los días podemos y debemos ser mejores.

Proyección: En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo seamos buenos en Adviento sino siempre. Analizar qué es lo que más trabajo nos cuesta y hacer propósitos para evitar caer de nuevo en lo mismo.


Fuente: www.catholic.net

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