sábado, 7 de junio de 2008

San Pablo. La conversión a Cristo

1. Saulo, el hebreo, estudia en Jerusalén.

Pablo nació poco antes del año 10 de nuestra era, en una familia judía de Tarso, en Cilicia (la actual Turquía oriental). Recibió el nombre bíblico de Saúl (o Saulo) y el nombre romano de Pablo, probablemente porque su padre, habiendo adquirido la ciudadanía romana quiso manifestar una desconocida gratitud a la gens Paula.

“Instruido a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la Ley de nuestros padres; estaba lleno de celo por Dios”. Según los Hechos, es “Fariseo, hijo de Fariseos” (Hch 23,6) y “circundado al octavo día” (Flp 3,5-6).


2. El perseguidor.


En el martirio de Esteban, “los testigos pusieron sus vestidos a los pies de un joven llamado Saulo… Saulo aprobaba su muerte. Aquel día se desató una gran persecución contra la Iglesia”.

Saúl, que defendía con celo “las tradiciones de los padres” (Gál 1, 14) pertenecía probablemente al grupo de los Zelotas (Hechos 22,3), y lo que explicaría la expedición a Damasco, con la finalidad de apresar a los helenistas que criticaban el Templo, como Esteban, para doblegarlos, incluso con la tortura. Esto aclararía dos episodios extraños: Pablo no se integro del todo en la comunidad de Jerusalén y debió huir después de ser amenazado de muerte (Hch 9, 26-30); más tarde, cuarenta hebreos hicieron voto de asesinar a Pablo, entonces prisionero de los Romanos (Hc 23, 12 – 22), además que es conocido que el partido de los zelotas castigaban a aquellos que traicionaban su juramento.


3. La conversión / vocación.
Los Hechos de los apóstoles refieren la famosa frase que Pablo escuchó en el camino de Damasco: “Saúl, Saúl, ¿porqué me persigues?”

Pablo en la narración que él mismo hace de la aparición del Resucitado deja ver una gran confusión interior. Las vocaciones- conversiones proféticas del Antiguo Testamento, eran portadoras de una misión: “cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo, para que le anunciase entre los gentiles, al punto…”(Gál 1,15-17).

La “conversión” radical de Saúl no representa para él un cambio de religión, pues él se siente más judío que nunca ya que es el “Dios de los padres” que lo ha mandado a predicar el evangelio. El evangelizador de los paganos continuará a predicar a los judíos mientras le sea posible, hasta que sea llamado definitivamente a Roma. La conversión y el bautismo de Pablo significan para él el descubrimiento de su verdadero y justo lugar en la vida de Israel.

Se ignora la edad de este capital acontecimiento, se puede deducir de la carta a los Gálatas que fuera entre los 33 y 35 años, poco después del nacimiento de la primera Iglesia, la de Jerusalén, que fue creada entorno a “Pedro y los once” (Hch 2, 14).

sábado, 31 de mayo de 2008

Cuando Dios llamó a mi puerta...

Cuando yo era niño, llamó Dios a la puerta de mi corazón. En aquella temprana etapa vivía tan absorto en los juegos de la infancia que no presté atención a sus palabras lejanas.


Años después volvió Dios a visitarme. Esta vez golpeó con la fuerza de sus nudillos la puerta de mi corazón. Aún recuerdo su voz, pero me asediaban los problemas de la juventud: mi primer amor, los estudios y el ejercicio de diversas cualidades destacables. También en la madurez vino Dios, pero me resultaba imposible escuchar; no encontraba el momento oportuno para responder a su llamada.

Poco antes de morir, estando sumido en las preocupaciones sobre la inminencia del más allá, abrí la rendija de mi puerta para buscar respuestas ante tanta incertidumbre. Me quedé estupefacto: un hombre de cabellos blancos como la nieve y ojos refulgentes permanecía sentado junto a mi endeble corazón. Me acerqué a él y le pregunté qué deseaba.

“Yo soy Dios”, me dijo. “Llevo aquí sentado durante toda tu vida para traerte un mensaje de felicidad”. Entonces, mis manos acogieron una misión maravillosa que pude disfrutar sólo unos momentos antes de morir.

Autor: Padre José Alcázar Godoy

sábado, 24 de mayo de 2008

El discípulo de Jesús...

El discípulo de Jesús participa de la vida que está en el Padre y el Hijo, la vida que sólo les pertenece a ellos en propiedad: “Como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo” (5,26). Y más aún: todo lo que cabe en la relación del Padre y el Hijo, su estima, valoración, admiración, escucha/obediencia, el estar contentos el uno del otro, todo esto el Espíritu lo transmite a los discípulos. Por eso dice: “Recibirá de lo mío y se lo anunciará (transmitirá) a ustedes” (16,14c.15c).


Se realiza así el deseo de Jesús: “Quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplen mi gloria” (17,24). Bajo la luz de esta gloria, la comunidad de los discípulos queda envuelta en la fuerza y la intensidad del amor que es propio de Dios.

Ahora vemos que el Espíritu no nos llega solamente a los oídos sino hasta el corazón. Es el Espíritu –Dios mismo vaciándose en nosotros- quien coloca en los más hondo de nuestro ser al Ser mismo de Dios.

Fuimos creados para “vivir”. Porque fuimos creados en el Verbo (1,3) -que es eterna relación- vivimos sedientos de amor: por eso lo que más nos duele es una mala relación. Es algo que llevamos impregnado dentro. Pues bien, por la entrada y permanencia de Jesús en nuestra vida, Él como Verbo lleno de amor, nos rescata de nuestras soledades y aislamientos, sana nuestras incomunicaciones y malas relaciones al colocarlas en el plano superior del amor primero y perfecto que viene de Dios. Todo lo hace converger allí y de Él, de lo alto, brota una nueva capacidad de amar. Y si bien pasamos por el trauma de la muerte física, viviremos para siempre porque en esa relacionalidad no hay lugar para la muerte, y esto: porque el Cielo de la Trinidad ya está en nosotros.

Así, la misión del Hijo queda “completa”, esto es, darnos la vida eterna de Dios: “Para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos” (17,26).

viernes, 16 de mayo de 2008

El misterio de Santísima Trinidad

San Agustín y el niño

La historia de San Agustín con el niño es por muchos conocida. La misma surge del mucho tiempo que dedicó este gran santo y teólogo a reflexionar sobre el misterio de la Santísima Trinidad, de cómo tres personas diferentes podían constituir un único Dios.

Cuenta la historia que mientras Agustín paseaba un día por la playa, pensando en el misterio de la Trinidad, se encontró a un niño que había hecho un hoyo en la arena y con una concha llenaba el agujero con agua de mar. El niño corría hasta la orilla, llenaba la concha con agua de mar y depositaba el agua en el hoyo que había hecho en la arena. Viendo esto, San Agustín se detuvo y preguntó al niño por qué lo hacía, a lo que el pequeño le dijo que intentaba vaciar toda el agua del mar en el agujero en la arena. Al escucharlo, San Agustín le dijo al niño que eso era imposible, a lo que el niño respondió que si aquello era imposible hacer, más imposible aún era el tratar de decifrar el misterio de la Santísima Trinidad.

Fuente: www.ewtn.com

viernes, 9 de mayo de 2008

Oración al Espíritu Santo por las vocaciones

¡Espíritu Santo! Jesús invita a los hombres a seguirle. A uno invita a dejar las redes de pesca, a otro el campo, a un tercero la mesa de recaudaciones; a todos llama personalmente. Él pronuncia las palabras de invitación: “Ven, sígueme” (Mt 4,19). Y ellos siguen la llamada y aceptan sus exigencias.

¡Espíritu Santo! Tú despiertas las vocaciones religiosas. Tú suscitas el anhelo del perfecto seguimiento de Jesús en los corazones de los jóvenes. Tú confieres a cada uno tus dones según tu beneplácito, y nadie llega al sacerdocio o al estado religioso sin tu moción, sin tu impulso amoroso y si tu guía.

Para que la Iglesia de hoy tenga vocaciones, es necesaria tu acción. Por eso te pedimos hagas germinar la gracia de la vocación en el corazón de muchas personas. Dales valor para seguir con generosidad el llamado y vivir con alegría su vocación.

Consérvales el primer amor a Cristo, para que perseveren fieles y lleven mucho fruto, como los sarmientos que permanecen unidos a la vid. “Enciende en nosotros la luz de la gracia, derrama amor en el corazón vacío, y robustece siempre con tu fuerza la debilidad de nuestro cuerpo”. Amén.

jueves, 24 de abril de 2008

Beatificación de la Madre Candelaria de San José

El próximo 27 de abril, en el estadio Universitario de la UCV se celebrará la beatificación de la segunda santa venezolana, la madre Candelaria de San José.

El acto, que será la primera beatificación en tierras venezolanas, será presidido por el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, quien vendrá al país en representación del papa Benedicto XVI.

Fue el año pasado cuando el Vaticano anunció la beatificación de la Madre Candelaria de San José, quien se convirtió entonces en la segunda venezolana que alcanza el paso previo a la santificación, después de un largo proceso para autentificar los milagros realizados por intercesión de ella.

Para aquellas personas interesados en asistir, recomiendan organizarse en grupos desde las principales parroquias de cada ciudad. A las 7:00 am se abrirán las puertas del estadio y a las 9:00 am empezará la animación con cantos. La eucaristía está programada para las 11:00 am, la cual será transmitida en su totalidad por canales de televisión.

viernes, 11 de abril de 2008

Cooperadores Paulinos

Fundada por el padre Santiago Alberione en 1917, la asociación de Cooperadores Paulinos se extiende a nivel mundial.

Los Cooperadores paulinos "son concebidos así: personas que viven el carisma de la Familia Paulina y forman con ella una unidad de espíritu y de sentimientos" (Padre Alberione). Ellos son conscientes de ser llamados por Cristo, a la perfección de la caridad y a trabajar por la evangelización de los pueblos con los medios de comunicación social. La colaboración con la Familia Paulina puede ser espiritual, apostólica o económica. En la Familia se integran como especialistas y expertos en los diversos campos de la cultura, la técnica y el arte, como autores o colaboradores. Sostienen económicamente proyecto e iniciativas. Promueven la orientación vocacional y apoyan a los aspirantes durante la etapa de formación religiosa e intelectual. Son aquellos que, por un don del Espíritu Santo, están llamados al apostolado en la Familia Paulina, fundada por el P. Santiago Alberione en la primera mitad del siglo XX, para llevar a Jesús al mundo, a través de todos aquellos medios que el progreso moderno nos ofrece.

En la variedad de formas de cooperación que se dan en la Familia Paulina, los cooperadores Paulinos se dedican específicamente a ampliar el apostolado de la comunicación social en sus múltiples aspectos.

La Asociación de los Cooperadores Paulinos fue aprobada por la Santa Sede el 11 de marzo de 1988, y el P. Alberione siempre promovió y presentó como irradiación necesaria de todos lo apostolados paulinos, irradiación querida por Dios ya desde los comienzos de la obra alberoniana.

Si quieres formar parte de este gran movimiento escribe a editorial@paulinas.org.ve Hna. Verónica De Sousa, fsp. Teléfonos: 0212-2863515 /2835046/ 0416 4285276

sábado, 5 de abril de 2008

Santiago Alberione. Patrono de Internet

Santiago Alberione - beatificado por el Papa Juan Pablo II - quien fue considerado por la Iglesia Católica como "un auténtico profeta y apóstol de las comunicaciones", debido a que a comienzos del siglo XX intentó responder a las necesidades del mundo mediante una revolución pastoral de la mano de los medios de comunicación. Fundó entro otras congregaciones a las Hijas de San Pablo, conocidas como "Hermanas Paulinas".

¿Quién fue Santiago Alberione?

Nació el 4 de abril de 1884 en San Lorenzo di Fossano (Italia) en el interior de una familia muy cristiana y trabajadora.
El "pequeño Santiago", el cuarto entre sus hermanos, experimentó desde muy niño el llamado de Dios. Un día durante su primer año en la escuela elemental, la maestra le preguntó qué haría cuando fuera mayor, a lo que él respondió: “Quiero ser cura”. Y así fue. Cuando apenas tenía 16 años ingresó en el seminario de Alba. En ese lugar se encontró con quien sería padre, guía, amigo y consejero durante 46 años: el canónigo Francisco Chiesa.

Francisco Chiesa

Pero fue la noche del 31 de diciembre de 1900 la que marcó su hermosa vocación: estando en adoración ante la Eucaristía, recibió una luz especial que le hizo comprender los signos de los tiempos... El 29 de junio de 1907 es ordenado sacerdote.

Desde ese momento se sintió profundamente obligado a servir a la Iglesia y a los hombres del nuevo siglo, por lo que fundó en 1914 la Sociedad de San Pablo, en 1915 las Hijas de San Pablo y luego le siguieron otras tres congregaciones femeninas, cuatro instituciones seculares y diversas asociaciones.

Además - y como fruto de su vinculación con los medios de comunicación en la labor evangelizadora - creó comunidades religiosas dedicadas especialmente a la impresión de periódicos, libros y revistas con la idea de llevar a todas partes los preceptos católicos.
A lo largo de su vida publicó varios libros e impulsó ediciones para todos los públicos de las Sagradas Escrituras.

El 26 de noviembre de 1971, a los 87 años de edad, el padre Alberione fallece, habiendo recibido momentos antes de su muerte la visita del Papa Pablo VI.
Las últimas palabras que dejó como testamento espiritual a sus hijos e hijas son una invitación a la esperanza: "Muero... rezo por todos, ¡Paraíso!".

viernes, 28 de marzo de 2008

Señor, te damos gracias por tu amor...

¿Cómo podré agradecer tanta bendición?

Cómo podré responder a tu amor?

Levantando mis manos, Señor

Declarando que tú eres Dios

y dejándome llevar por el soplo de tu amor

Y alabándote, y alabándote, y alabándote Señor, mi Dios.

Quiero adorarte, Señor, desde el corazón

y descalzarme ante tí, santo Dios.

Tú perfume me inunda, Señor,

tu presencia está dentro de mí

y tu gracia se derrama por todo este lugar

Y alabándote, y alabándote, y alabándote Señor, mi Dios.

domingo, 16 de marzo de 2008

En el Domingo de Ramos, hagamos nuestra esta oración

Jesús, tú no tienes manos.
Tienes sólo nuestras manos para construir un mundo donde habite la justicia.

Jesús, tú no tienes pies.
Tienes sólo nuestros pies para poner en marcha la libertad y el amor.

Jesús, tú no tienes labios.
Tienes sólo nuestros labios para anunciar por el mundo la Buena Noticia de los pobres.

Jesús, tú no tienes medios.
Tienes sólo nuestra acción para lograr que todos los hombres sean hermanos.

Jesús, nosotros somos tu evangelio, el único Evangelio que la gente puede leer, si nuestras vidas son obras y palabras eficaces.

Jesús, danos tu musculatura moral para desarrollar nuestros talentos y hacer bien todas las cosas.
Anónimo
.

viernes, 7 de marzo de 2008

Oración vocacional

Creo en el joven que sabe decir sí
a lo que no da dinero.
Creo en el joven que sabe estar cercano
de quien sólo espera algo dado, sin cobrar.
Creo en el joven que arriesga y no calcula.
Creo en el joven que sabe que el camino
se crece al caminar.
Creo en el joven que cambia el corazón cuando
no es bueno y empieza desde dentro, sin hablar.
Creo en el joven que sabe que la vida
se gana al perderla;
y sabe que el ganarla, -por ganar-
es como un globo que al oprimir el aire
busca estallando campos de libertad.
Creo en el joven que ama la pequeña vida de al lado
y no escapa en sueños sin conquistar.
Creo en el joven que es libre,
porque es libre desde dentro,
libre con la fuerza de la verdad.
Creo en el joven que, como el río,
deja en el chopo su voz callada al pasar.
Creo en el joven que sabe ser como el grano de trigo
que cae en el surco y espera en la espiga su libertad.
(Emilio M. Mazariegos)

sábado, 1 de marzo de 2008

Oración vocacional

Quién no se lanza mar adentro
nada sabe del azul profundo del agua,
ni del hervor de las aguas que bullen,
nada sabe de las noches tranquilas cuando
el navío avanza dejando una estela de silencio,
nada sabe de la alegría de quedarse sin amarras,
apoyado sólo en Dios,
más seguro que el mismo Dios.
Desventurado aquel que se queda en la orilla
y pone su esperanza en tierra firme,
la de los hombres razonables,
calculadores, seguros de sí mismos,
que imaginan ser ricos y están desnudos,
que creen construir para siempre
y sólo amontonan ruinas que siempre les acusarán.
(P. Lyonnet)

miércoles, 6 de febrero de 2008

Convivencias


Blog Vocacional Paulinas Venezuela - Puerto Rico - Rep. Dominicana

sábado, 12 de enero de 2008

La vida del hombre: Conocer y entender a Dios

1. Dios, infinitamente Perfecto y Bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para que tenga parte en su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, está cerca del hombre. Le llama y le ayuda a buscarlo, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Lo hace mediante su Hijo que envió como Redentor y Salvador al llegar la plenitud de los tiempos. En El y por El, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su vida bienaventurada.

2. Para que esta llamada resuene en toda la tierra, Cristo envió a los apóstoles que había escogido, dándoles el mandato de anunciar el Evangelio:
“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 19-20). Fortalecidos con esta misión, los apóstoles “salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban” (Mc 16, 20).

3. Quienes con la ayuda de Dios han acogido el llamamiento de Cristo y han respondido libremente a ella, se sienten por su parte urgidos por el amor de Cristo a anunciar por todas partes en el mundo la Buena Nueva. Este tesoro recibido de los apóstoles ha sido guardado fielmente por sus sucesores.
Todos los fieles de Cristo son llamados a transmitirlo de generación en generación, anunciando la fe, viviéndola en la comunión fraterna y celebrándola en la liturgia y en la oración (cf Hch 2, 42).
http://reflexionescatolicas.com

viernes, 14 de diciembre de 2007

Navidad no es cuento

Se dice que, cuando los pastores se alejaron y la quietud volvió, el niño del pesebre levantó la cabeza y miró la puerta entreabierta. Un muchacho joven, tímido, estaba allí, temblando y temeroso.

-Acércate -le dijo Jesús- ¿Por qué tienes miedo?
-No me atrevo… no tengo nada para darte.
-Me gustaría que me des un regalo -dijo el recién nacido.

El pequeño intruso enrojeció de vergüenza y balbuceó:
-De verdad no tengo nada… nada es mío; si tuviera algo, algo mío, te lo daría… mira.

Y buscando en los bolsillos de su pantalón andrajoso, sacó una hoja de cuchillo herrumbrada que había encontrado.

-Es todo lo que tengo, si la quieres, te la doy…
-No -contestó Jesús- guárdala. Querría que me dieras otra cosa. Me gustaría que me hicieras tres regalos.
-Con gusto -dijo el muchacho- pero ¿qué?
-Ofréceme el último de tus dibujos.


El chico, cohibido, enrojeció. Se acercó al pesebre y, para impedir que María y José lo oyeran, murmuró algo al oído del Niño Jesús:
-No puedo… mi dibujo es «remalo»… ¡nadie quiere mirarlo…!
-Justamente, por eso yo lo quiero… siempre tienes que ofrecerme lo que los demás rechazan y lo que no les gusta de ti. Además quisiera que me dieras tu plato.
-Pero… ¡lo rompí esta mañana! - tartamudeó el chico.
-Por eso lo quiero… Debes ofrecerme siempre lo que está quebrado en tu vida, yo quiero arreglarlo…

-Y ahora - insistió Jesús- repíteme la respuesta que le diste a tus padres cuando te preguntaron cómo habías roto el plato.

El rostro del muchacho se ensombreció; bajó la cabeza avergonzado y, tristemente, murmuró:
-Les mentí… Dije que el plato se me cayó de las manos, pero no era cierto… ¡Estaba enojado y lo tiré con rabia!
-Eso es lo que quería oírte decir -dijo Jesús- Dame siempre lo que hay de malo en tu vida, tus mentiras, tus calumnias, tus cobardías y tus crueldades. Yo voy a descargarte de ellas… No tienes necesidad de guardarlas… Quiero que seas feliz y siempre voy a perdonarte tus faltas. A partir de hoy me gustaría que vinieras todos los días a mi casa.

Fuente: libro Caminos de cielo limpio, de Editorial Lumen.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Quiero ser árbol de navidad

Todo empezó en un viejo bosque de abetos, a finales de año y cuando un manto blanco se extendía por la campiña. Un pequeño abeto susurraba: “¡Ojalá me cogieran para ser árbol de Navidad!”. Todos se reían de él en el bosque, hasta los conejos y los ratones. Pero su ilusión era tan grande que no conseguía dormir, sintiendo más frío que de costumbre y, eso sí, pareciéndole que la luna era más clara y bella que nunca.

Un día llegó un grupo de leñadores. Arrancaron las plantas más bellas y frescas: acebo con bolitas rojas, musgos y diversos adornos navideños. También se acercaron al pequeño abeto. “Qué bello, tierno y cimbreante se presenta!”, oyó que comentaban. Terminaron arrancándolo con cuidado, con sumo cariño; cada azadonazo era una sonrisa en el abeto, que no cabía en sí de gozo, y un temblor en sus ramitas.

La primera noche estuvo muy nervioso. Notaba calor, más que en el bosque; un calor extraño. Se encontraba solo y le preocupaba mucho qué sería de él. Muy de mañana fue expuesto en una calle mojada, entre vendedores chillones y compradoras cotillas. Estaba en el mercado.

Llegó una mujer, una ama de casa. Preguntó por aquel abeto tan fresco y bello. Terminó comprándolo, junto con unas ramitas de acebo y una piña americana para el postre de Nochebuena.

El abeto estaba asombrado de lo bien que lo vistieron y de lo bien que lo trataban en aquella casa adonde llegó. Presidía una gran sala y estaba engalanado con toda clase de cintas de colores, con bolitas brillantes, con lucecitas y con una gran estrella también con luz a ratos.

Así pasó todas las fiestas. Se cumplió su sueño dorado de ser “árbol de Navidad”. Recibió el aplauso y los halagos de todos los invitados de aquella familia. Llegaron los Reyes y los niños jugaban alrededor de él. Y… Terminaron las fiestas de Navidad!.

El pequeño abeto fue a parar a un viejo desván. Allí quedó encerrado. Los ratones, ahora, ya no se burlaban de él, querían consolarlo sin que él lograra reanimarse. Sus hojitas iban cayéndose, necesitaban el frescor de la montaña, el vestido blanco de la nieve, los trinos de los pájaros…
En pocos días quedó reducido a un viejo y seco abeto. Ya no servía ni para la basura. En una de las revisiones del desván, terminó en el fuego de la chimenea. Por la chimenea, el aire recogía sus cenizas y las trasladaba al bosque. Ellas fueron quienes contaron al resto de los abetos lo ocurrido. Por eso en diciembre, los abetos más viejos suelen contar a los jóvenes la historia de un compañero suyo
que quiso ser “árbol de Navidad”.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Historia de los tres árboles....

Imágenes varias.iris 002 Una vez en la cima de una montaña se erguían 3 arbolitos y soñaban en lo que les gustaría convertirse cuando crecieran.

El primer arbolito miró hacia arriba a las estrellas que titilaban como diamantes por encima de él.cofre Quiero contener tesoros- dijo-Quiero estar cubierto de oro y lleno de piedras preciosas.¡Seré el más bello cofre de tesoros del mundo!

El segundo arbolito miraba hacia un arroyuelo que se deslizaba hacia el océano.-Quiero ser un potente navío- decía-. Barco2Quiero navegar por aguas turbulentas y llevar reyes poderosos. ¡Seré el barco más fuerte del mundo.-

 quefag51El tercer arbolito miró hacia abajo al valle, donde atareados hombres y mujeres trabajaban en una bullisioza ciudad.-Yo no quiero dejar la cima de esta montaña por nada- dijo-. Quiero crecer tan alto que cuando la gente se detenga al mirarme eleven sus ojos al cielo y piensen en Dios. ¡Seré el árbol más alto del mundo! Pasaron los años. Cayeron las lluvias, brilló el sol y los arbolitos crecieron hasta hacerse muy altos. Un día subieron 3 leñadores a la cima de la montaña.

El primer leñador miró al primer árbol y dijo: -este árcofrebol es precioso. Es perfecto para mí. Con un molinete de su brillante hacha cayó el primer árbol. -Ahora me convertiré en un hermoso cofre- pensó el primer árbol-. Contendré maravillosos tesoros.

El segundo leñador miró el segundo árbol y dijo: -Este árbol es fuerte. Es perfecto para mí. Con un golpe de su reluciente hacha cayó el segunbarcodo árbol. -Ahora navegaré por aguas procelosas- pensó el segundo árbol-. ¡Seré un barco fuerte digno de reyes!-

El tercer árbol se sintió a ar1

desmayar cuando el último leñador lo miró. Se irguió derecho y alto señalando valientemente el cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba.tala-A mi me viene bien cualquier árbol- murmuró. Y con un golpe de su hacha, cayó el tercer árbol.

 

El primer árbol se regocijó cuando el leñador lo llevó a una carpintería, pero el ocupado carpintero no estaba pensando en cofres de tesoros. paja1

En vez de eso, sus gastadas manos convirtieron el árbol en un pesebre para animales. El que una vez fue un hermoso árbol no estaba cubierto con oro o lleno de tesoros. Estaba cubierto de aserrín y lleno de paja para hambrientos animales de granja. El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó a un astillero, pero aquel día no estaban haciendo poderosos barcos. En su lugar, el una vebarquitoz fuerte árbol fue martillado y aserrado hasta convertirse en un sencillo barco pesquero. Demasiado pequeño y débil para navegar en un océano o aun en un río, lo llevaron a un laguito. Cada día traía cargas de pescados muertos y malolientes.

 CA4VABIVEl tercer árbol quedó confundido cuando el leñador lo cortó en vigas fuertes y lo dejó en un almacén de madera. -¿Qué sucedió?- se preguntaba el que una vez había sido alto árbol-. Todo lo que alguna vez deseé fue estar en la cima de la montaña y señalar a Dios. Pasaron muchos, muchos días y noches.

Los 3 árboles casi habían olvidado sus sueños. Pero una noche, una deslumbrante estrella  derTgC_Navidad_174ramó su luz sobre el primer árbol, cuando una joven colocó a su recién nacido hijo en el pesebre.CAELGNIH -Desearía haber podido hacer una cunita para él- murmuró su esposo.

La madre apretó su mano y sonrió mientras la luz de la estrella brillaba sobre CA1OPTK9la pulida y basta madera.-Este pesebre es bonito- dijo. Y de pronto el primer árbol supo que estaba conteniendo el mayor tesoro del mundo.

Una tarde, un cansado viajero y sus amigos se apiñaron en un viejo bote pesquero. barquitoEl viajero se durmió mientras el segundo árbol navegaba silencioso por el agua. Pronto se levantó una terrible tormenta. El barquito se estremecía. Sabía que no tenía fuerza para llevar tantos pasajeros con seguridad a través del viento y la lluvia.agua

El cansado viajero despertó. Se irguió, extendió su mano y dijo: "paz". La tormenta se detuvo tan rápidamente como había empezado. Y de pronto el segundo árbol supo que estaba llevando al Rey del cielo y de la tierra.

Un viernes por la mañana, el tercer árbol se sobresaltó cuando sus vigas fueron sacadas de un tirón de la olvidada pila de madera.

Se asustó mientras las llevaban entre una airada y vociferante muchedumbre. gibsonSe estremeció cuando unos soldados clavaron las manos de un hombre a ellas.crucificcionSe sintió mal, cruel y horrible.

  Pero el domingo por la mañana, cuando el sol se elevó y la tierra tembló de gozo bajo él, el tercer árbol supo que el amor de Dios había cambiado todo: Había hecho hermoso el primer árbol.Había hecho fuerte el segundo árbol. eastersunBgY cada vez que la gente pensara en el tercer árbol, pensaría en Dios. Eso era mejor que ser el árbol más alto del mundo.

 

Cuento tradicional relatado por Angela Elwell Hunt Obtenido del libro "En aguas refrescantes" compilado por Alice Gray. Editorial Unilit.

¿Qué piensas de esto? ¿Tus planes son los planes de Dios?

Nunca es tarde para tomar una desición

HEME

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Beato Santiago Alberione - Fundador de las Hijas de San Pablo (Paulinas)

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